Asentada sobre un valle formado por la confluencia de los ríos Asón y Gándara, rodeada de altas cumbres, entre las que destacan el Pico San Vicente (Soba, 910 m), Ramales de la Victoria reúne uno de los conjuntos arqueológicos más importantes de la región, compuesto por decenas de yacimientos en cuevas y abrigos rocosos, testimonio de presencia humana desde la Prehistoria hasta la Edad Media.

Una de las cuevas más destacadas es la de Covalanas, que forma parte del conjunto de Arte rupestre paleolítico del norte de España declarado patrimonio de la Humanidad. Ramales cuenta asimismo con una arquitectura popular muy bien conservada, con miradores acristalados y algunas casonas de indianos con bellos jardines y verjas. Sobre todas ellas sobresale el palacio de Revillagigedo (siglo XVIII). También destacan la Fundación Orense y la Casa de Saravia. En cuanto al patrimonio religioso, destacan las iglesias parroquiales: San Pedro en Ramales, San Emeterio y San Celedonio en Gibaja y Nuestra Señora en Guardamino.

Iglesia de San Pedro

Ramales de la Victoria cuenta con dos parques públicos muy recomendables: Vegacorredor y Cubillas. El primero ofrece una zona de recreo y esparcimiento con mesas y bancos, ideal para las familias. Además, hay una senda fluvial que llega hasta el centro urbano y que pasa por delante de elementos de interes turístico como un humilladero, un molino de río y el puente medieval.

En cuanto al parque de Cubillas, está unido al núcleo urbano por medio de un camino peatonal y carril, bici lo que permite disfrutar de unas espléndidas vistas del Pico San Vicente, el río Asón y parte de la Sierra de Hornijo. Por otro lado, Ramales de la Victoria dispone de dos vías ferratas: El Cáliz y El Calera, así como de rutas medioambientales guiadas e interpretadas, a lo que se suma la posibilidad de marchar por la red de senderos habilitada y hacer escalada.

Ramales de la Victoria

La historia reciente de este municipio se encuentra íntimamente ligada a la victoria de los liberales frente a los carlistas (1839), que le mereció al general Espartero el título de duque de la Victoria. Pero la influencia de la contienda no se ha limitado al nombre. En la confusión de la batalla, apareció un baúl lleno de mantones de Manila, una anécdota que ha dado lugar a la tradicional “Verbena del Mantón”. Desde entonces se celebra cada año (primer sábado de julio) en la localidad. Cuatro siglos antes de aquello, por este mismo Camino Real pasó el emperador Carlos V tras desembarcar en Laredo. Este dato tiene su importancia porque gobernó España desde Flandes por lo que no pisó muchos pueblos hispánicos.

Si estás a punto de visitar esta zona o piensas hacerlo, en la Oficina de Información y Dinamización Turística Asón-Agüera-Trasmiera, situada en los bajos de la Fundación Orense, te ayudarán y orientarán en todo.

Río Asón

Más información en www.aytoramales.org y en www.cantabriaorientalrural.es

Ramales de la Victoria cuenta además con dos importantes cuevas prehistóricas: Covalanas, declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO en 2008, y Cullalvera.

Cueva de Covalanas

Localización
Se localiza en el término municipal de Ramales de la Victoria (Cantabria), en una zona de calizas urgonianas del Cretácico Inferior. Se sitúa en el tramo bajo del valle de río Asón, en la margen derecha del valle formado por el río Calera, en la ladera NE del monte Pando o Haza y en las afueras del núcleo de población de Ramales de la Victoria. Se encuentra a unos 320 m.s.n.m. El entorno paisajístico de la cavidad se caracteriza por relieves escarpados, montañas altas y zonas de valle encajonadas y profundas.

La Cavidad: La cueva de Covalanas o de Las Herramientas se estructura en dos galerías que comparten una entrada a modo de pequeño portalón desde el que se visualizan los valles de los ríos Calera y Gándara y parte de la Sierra de Hornijo, con el Pico San Vicente como accidente montañoso más destacado. Tras la zona de entrada, orientada al SW, la cavidad se bifurca dando acceso a mano izquierda a la Galería de la Música y a la derecha a la Galería de las Pinturas, en la que se concentra la casi práctica totalidad del dispositivo iconográfico, presenta un recorrido principalmente rectilíneo y monótono de unos 110 m, destacando la parte final por su carácter laberíntico y estrecho con gateras y tubos. La Galería de la Música presenta un desarrollo de unos 85 m. Es un sector, especialmente la parte final y en menor medida la inicial, con bastantes formaciones de espeleotemas repartidos por suelos, paredes y techo.

Historia de la investigación y contexto arqueológico
El 11 de septiembre de 1903 Hermilio Alcalde del Río y Lorenzo Sierra descubren la cueva de Covalanas. En las escuetas primeras referencias se señala la existencia de yacimiento en la entrada que, a partir de las recogidas en superficie y calicatas de algunas piezas de sílex y fragmentos cerámicos, se caracterizó de “poca importancia”.
Hacia mediados de la década de 1950 los trabajos de acondicionamiento de la cavidad para las visitas turísticas implicaron el vaciado del sector de entrada y de las zonas iniciales de ambas galerías, habiéndose recogido en aquella actuación un pequeño lote de materiales líticos poco significativos.
Numerosas han sido las referencias en relación con el grafismo parietal, habiéndose dedicado cuatro estudios monográficos:
a) en 1911 H. Alcalde del Río, H. Breuil y L. Sierra escriben un capítulo monográfico en su obra Les Cavernes de la Région Cantabrique (Espagne);
b) en 1990 y 1991 A. Moure, C. González Sainz y M. R. González Morales publican un libro, juntamente con la vecina cavidad de La Haza, valorando el fenómeno gráfico de ambas cavidades en el contexto del arte cantábrico;
c) en 2003 M. García Diez y J. Eguizabal publican una nueva obra monográfica, valorando los motivos de Covalanas en relación con la problemática de reconstrucción territorial y social de las figuras de contorno punteado.

El Arte Parietal
Previo a la descripción del componente temático del Paleolítico superior (36.000-9.000 a.C.), debe indicarse que entre los 25 y 55 m de la Galería de las Pinturas (y en algunos sectores de la Galería de la Música) existen numerosas marcas negras que algunos autores las interpretaron como manifestaciones de arte esquemático-abstracto correspondientes al ciclo final de la Prehistoria post-paleolítica (2.000-0 a.C.).
El trabajo de Y. Díaz concluyó que este tipo de marcas pueden tener una explicación muy variada (de reavivamiento de teas, marcas de paso, roces involuntarios de las fuentes de iluminación, etc.) y una cronología dilatada (correspondiente con los diversos momentos de frecuentación de la cavidad). En Covalanas se tomaron dos muestras de carbón y se analizaron por AMS carbono 14. Los resultados, 640±40 BP y 880±40 años antes del presente, corresponden a la Baja Edad Media, momento en que la cueva pudo haberse utilizado como refugio.

También se documentan entre los 25 y 55 m iniciales de la Galería de las Pinturas concentraciones de color violáceo que en algunos casos describen formas de puntos y una posible línea marcadamente sinuosa.
El dispositivo iconográfico paleolítico de Covalanas se compone de 51 elementos gráficos repartidos en 101 concentraciones de materia colorante, 18 ciervas, 2 équidos (uno de ellos probable), 1 ciervo, 1 uro, 1 figura indeterminada que puede ser descrita como híbrida, 4 formas rectangulares, 1 trapezoidal, 1 triangular, 1 romboidal, 4 líneas aisladas, 16 conjuntos de pequeñas líneas asociadas, 19 puntos aislados y 18 pequeños conjuntos de pequeños puntos. En la Galería de la Música, y a unos 24 m de la entrada, se dibujó una línea sinuosa roja. Es la única representación de este sector.

Ya en la Galería de las Pinturas, en la pared izquierda y a unos 45 m respectivamente de la entrada, aparece una serie de dos pequeños puntos rojos y un conjunto de 7 pequeños puntos rojos respectivamente.
A partir de los 60 m la galería se estrecha y se suceden la mayor parte de las representaciones. Iniciando por la pared derecha se observa un panel, delimitado por una marcada concavidad del soporte, que contiene dos ciervas. La primera y de mayor tamaño está representada en formato completo y destaca de ella la configuración de las extremidades anteriores aprovechando el relieve saliente que dispone el soporte. La otra cierva es de menor tamaño y sólo representada por la cabeza y la línea cérvico-dorsal.

Unos pocos metros más adelante siguen apareciendo dibujos rojos. El primero de ellos es una cierva roja con la cabeza vuelta hacia atrás, con la región de la cabeza, el cuello, parte de la región anterior y la zona inguinal rellenos de color rojo aplicado a modo de puntos, con una banda central en el tronco y con un apéndice en la zona central del lomo que ha sido tradicionalmente interpretado como un elemento de caza.

Cueva de La Cullalvera

En Ramales de la Victoria puede visitar dos cavidades: La Cullalvera y Covalanas.
Si desea comprar por internet la entrada para las dos cuevas, los intervalos entre los inicios de cada visita debe ser de al menos, 120 minutos de diferencia. La entrada a ambas cuevas se obtiene en la taquilla de Cullalvera, situada junto a la boca de cada cavidad. Recuerde estar en la taquilla,  con suficiente antelación para obtener la entrada.

La cueva de Cullalvera  es una de las cavidades más impresionantes de toda Cantabria. Posee una profundidad de varios kilómetros y durante la época de lluvias un riachuelo discurre por sus frías piedras. Aunque su importancia arqueológica es conocida desde 1906, no fue hasta el año 1954 cuando un equipo dirigido por J. Carballo encontró la joya que albergaba dentro. No hace mucho tiempo la gruta volvió a sorprender con nuevos descubrimientos. En el vestíbulo de la cueva fue hallada una aguja del Paleolítico Superior. Además sigue conservando dos pequeños testigos aislados en el vestíbulo. Las primeras representaciones es encuentran a unos 120 metros de la entrada. A unos 700 metros de la boca existe una salita lateral donde hay un panel con pinturas de color rojo y negro, creadas básicamente a base de símbolos y signos. Aproximadamente a 1 km de la entrada también existe un panel elevado con representaciones rupestres de color negro, destacando unos hermosos caballos completos de gran tamaño Unos 100 metros más adelante encontramos una serie de puntos rojos de pequeño tamaño. En este tramo estamos en la manifestación rupestre más profunda de toda Cantabria. Estilísticamente todo el conjunto pertenece al periodo Magdaleniense Medio/Superior (unos 13.500 años de antigüedad) .
 
Descripción
La Cueva de Cullalvera, situada al pie del Monte Pando, forma parte de un complejo cárstico de 12 kilómetros de recorrido. En donde la acción del agua sobre la roca, con el tiempo han configurado una cavidad monumental.
Es una cavidad de grandes dimensiones como muestra su espectacular boca de entrada, con 14 m. de ancho por 28 m. de alto. De ésta emerge una fuerte y fresca corriente de aire que advierte al visitante de la cueva antes de ser visualizada. El entorno es un espacio mágico. Su boca está enmarcada por un frondoso encinar cantábrico de gran valor ecológico. Su tránsito por el interior de la cueva está acondicionado para personas con movilidad reducida, a través de una pasarela de 400m. de desarrollo. La visita se inicia con un audiovisual, donde se explica al visitante los rasgos paisajísticos, patrimoniales, económicos y sociales de la comarca del Asón en general, y de Ramales de la Victoria en particular.
   
 Actuaciones arqueológicas
En el año 2004, de la mano de Yolanda Díaz y Ángel Astorqui se producen nuevos e interesantes hallazgos en las actuaciones para el acondicionamiento turístico de la cavidad. El objetivo principal del proyecto era poder habilitar el acceso a la misma, dotándola de una pasarela metálica que recorrería unos 250 metros de la galería inicial y que serviría para salvar la acumulación de agua que se produce en algunos puntos de Cullavera en épocas de fuertes lluvias.

El primer hallazgo lo realizaron prácticamente al inicio de la citada galería, concretamente en la pared derecha del vestíbulo. En este punto, en el cual aún se puede vislumbrar algo de luz natural, se apreció una gran mancha de ocre rojo de conservación diferenciada y más intensa en la parte superior de la «figura». Inicialmente se creyó que podía ser, en sus orígenes, una representación animal de gran tamaño que por el paso del tiempo pudo desfigurarse. Pero nada más alla de la realidad (por eso nos gusta la arqueología): En un análisis más detallado sobre las fotografías tomadas sobre el terreno, se observó que aquella representación poco tenia de borrón o “mancha”, ya que se apreció con nitidez la línea cervico-dorsal, la cabeza (con su correspondiente crin) , los cuartos, una de las patas traseras y una pata delantera: Era un caballo. Se sitúa a 1 metro y medio del suelo actual y tiene unas dimensiones considerables. Pero a diferencia de las encontradas más al interior de la cavidad, esta representación tenía varias características totalmente diferentes al resto:
La más destacable era su color: En el panel de los caballos (situados a más de 1 km de la boca de la cueva) las tres representaciones animales están plasmadas en color negro, mientras que este nuevo descubrimiento es rojo/ocre.

La proporción del nuevo caballo nada tiene que ver con los otros. Tanto la cabeza y el cuello de la figura ha sido tratada como una banda ancha de color más intenso (para representar la crinera) circunstancia esta que le da una sensación de volumen diferente. Además puede distinguirse en algunas zonas el uso del trazo tamponado, lo cual nos transporta a otras representaciones de la «vecina» Covalanas y La Haza también en Ramales de la Victoria.
Cierto es que también comparte alguna similitud con el resto de representaciones ecuestres de la cueva, ya que todas y cada una de las figuras se orientas hacia el interior de la cueva. ¿Qué porque no se descubrió antes?, hay varios motivos. Cullalvera se ha considerado siempre como un «santuario profundo» debido a que gran parte de sus representaciones se encuentran muy al interior de la cavidad. Esto, junto con el área de penumbra donde se ubica y el color «desvanecido» que presenta, hizo que no se hiciese mucho hincapié en ella.

Otro de los grandes hallazgos en la intervención de 2004-2005 corresponde al arte mobiliar. Hasta entonces, Cullalvera no había «destacado» en este aspecto. Las referencias a la existencia de depósito arqueológico eran poco explícitas, pensándose incluso durante décadas que había desaparecido por completo. Aún asi, durante el seguimiento arqueológico del acondicionamiento de la cueva, se localizan varias piezas grabadas, destacando una plaquita ósea decorada con signos claviformes, fragmentos óseos de lo que pudo ser un bastón de mando, incluso un candil de asta grabado. Casualmente algunas de las piezas se encontraron sumergidas en el pequeño canal de desagüe que discurre junto a la pared derecha del vestíbulo.

En base al tipo de indicios recogidos en esta campaña, tanto materiales líticos como las piezas óseas decoradas, se apunta a una ocupación asignable al Magdaleniense superior/final , cronología confirmada por datación radiocarbónica realizada sobre restos óseos obtenidos en un muestreo efectuado en 2003. Respecto a la figura ecuestre, es más difícil de interpretar, ya que los paralelismos con el resto de representaciones de la cueva son prácticamente inexistentes. A raíz de su descubrimiento, se han tenido mucho más en cuenta una serie de restos de pintura roja en el área del vestíbulo, ya que pueden denotar la presencia (mucho más degradada) de un “santuario inicial” en el primer tramo de la cueva. Aún así, gracias a los paralelismos estilísticos de cavidades cercanas (Covalanas, La Haza) se puede interpretar que esta representación ecuestre puede corresponder a un momento antiguo del arte paleolítico regional, siendo aún más antigua que los materiales mobiliares recuperados e incluso que el “santuario profundo” de la cueva.

Entrada de la cueva de Cullalvera
Iniciada la visita hacia el interior, se realizará una visita guiada, en donde se explicarán las principales formas y formaciones geológicas que ejemplifican, el devenir geológico de esta Gran Cavidad que funciona en la actualidad como una surgencia de agua, por donde se canalizan las aguas del entorno, y en donde los días de mucha lluvia, el agua emerge, enérgica y ruidosa de su interior hacia la boca. También se explica la vinculación del hombre con la cueva, desde la Prehistoria cuando las poblaciones de Homo sapiens habitaron el vestíbulo hace 13.000 años y decoraron sus paredes interiores con signos y animales a 600m. y 1200m.

ENTRADA DE LA CUEVA DE CULLALVERA EN RAMALES DE LA VICTORIA

 

 

 

 

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